Por José Mª Alegre
Cercana, simpática y de grata conversación, Sonia Sánchez es, además, multidisciplinar. Propietaria de una BMW R 1200 GS, igual conduce su moto, que un camión, como hizo en la empresa familiar durante muchos años, o un autobús, su actual trabajo en Salamanca. A nuestra motera le cabe el honor de inaugurar América2 (ver noticia), con la etapa Miami–Nueva York conduciendo una BMW R 1200 GS ADV, impactando a la rider hasta el punto de enamorarse de ella.
Sonia es una de las cuatro mujeres que inauguró América2, el viaje en moto por ese continente que lo cruzará dos veces (de ahí el número 2), promovido por Gustavo Cuervo. Junto a Cristina, Eva y Rocío, nuestra protagonista hizo la primera etapa, que salía de Miami y finalizaba en Nueva York, 5.400 kilómetros conduciendo una BMW R 1200 GS Adventure azul que no ha olvidado.
1. Qué queda de un viaje como ése, de una ilusión cumplida, de una experiencia vivida?
Pues un montón de sensaciones fantásticas y una muy grande, la de querer continuar viajando y no parar. Creo que este es mi momento. Hay veces en la vida que el tren para en tu estación y hay dos opciones, subir en él o dejar que se aleje. Quizás ese tren no vuelva a parar en tu estación, por eso yo no quiero apearme.
2. La BMW R 1200 GS Adventure que llevaste en América la bautizaste como SoniBlue por su color, surgiendo el ‘amor’ entre ambas, relación que se consolidó en los más de 5.000 kilómetros que rodaste con ella. ¿La añoras?
(Sonia ríe abiertamente, algo que sucede en muchos momentos de la entrevista). El nombre de SoniBlue me vino por Emilio Quesada, que preparándola en Miami me mandó una foto y la llamó así. Me gusto y así la bautice. La SoniBlue y yo tuvimos nuestra primera cita en Madrid, en la presentación del America2 y ya desde ese momento supe que entre ella y yo había surgido el amor.
Ella me hacía sentir la emoción de conducir, era mi segunda piel y cuando por aquellas carreteras de la Blue Ridge o la Cola del Dragón me tumbaba y dibujaba cada curva perfecta y salía dando gas, me encantaba y se lo hacía saber, porque hablaba mucho con ella y nos entendíamos de maravilla.
Llegó el día de la despedida y lloré mucho por nuestra separación, porque nos habíamos cogido mucho cariño. Habían sido quince días y 5.400 kilómetros y muchas experiencias vividas juntas.
Sólo espero que el tiempo de espera para poder volver a estar juntas no sea muy largo, porque nuestro amor ha calado muy profundo. Ahora entiendo porque todo el que prueba una R 1200 GS Adventure se enamora de ella.
La moto produce mucha alegría, es relax, es disfrutar
3. Cuánto cuesta América2?
La ilusión que tengas y a mí me hizo mucha desde el principio. Yo me muevo por mis impulsos. Gustavo Cuervo me lo propuso y como no tenía posibles, busqué una solución para realizarlo y la encontré gracias a la ilusión en este proyecto.
4. Cuantos kilómetros llevas hechos en tu vida?
No lo sé con exactitud, pero seguro que más de un millón Ya con 17 años iba recogiendo piezas con el coche para el negocio familiar y sin tener carné. (Y tienes todos los puntos?) ¡Creo! (dice con guasa) y todos los permisos de conducir.
5. Del volante al manillar, pero siempre acelerando. ¿Cómo fue esa transición?
Teniendo 5 o 6 años, mi padre ya tenía un camión. A la moto le tenía mucho miedo, no sé muy bien por qué, y tuve contacto directo con ella por mi hermano, que tenía una NSR 125, tendría yo entonces 27 o 28 años. Un día, para poder sacar mi coche del garaje, debía apartar la NSR y me subí a ella y me gustó la sensación que me produjo. Y ahí se quedó la cosa. Posteriormente, un amigo vino a casa con una CBR 600 de color rosa y violeta y yo, que estaba enamorada de ese modelo, se la compré por 800.000 pesetas. Hice un curso de conducción en el Jarama y hasta hoy.
Con la GS me detengo, hago fotos, noto el olor del campo, todo me sorprende.
6. La moto es una forma de vida?
Para mí, ahora, sí. La moto es todo, forma parte de mi vida. Es mi satisfacción personal, es todo, repito. (Es también el mejor confesionario?). Sí, hablo conmigo misma, grito, lloro, canto… Conduciéndola me relajo y he aprendido a estar sola.
7. Cómo se ve la vida al volante?
Conducir me ha relajado siempre. Cuando llevaba el camión de la empresa familiar, me iba a Madrid, a Santander, a dónde fuera, y me producía una sensación maravillosa de libertad. Ahora, conducir el autobús me gusta más, porque tengo mayor calidad de vida que entonces. (Y al manillar?) Maravilloso, diferente. La vida se ve cómo la quieras ver. La moto produce mucha alegría, es relax, es disfrutar. Y con la GS me detengo, miro, hago fotos, noto el olor del campo, todo me sorprende. Con la CBR no veía nada, me ponía el casco, doblaba la espalda y a curvear sin ver más.
8. Qué hace una mujer con una BMW R 1200 GS y no con otra?
Que tenga la GS es muy gracioso. Fui a Pingüinos y sólo veía BMW’s, pero a mí no me gustaba, sólo la encontraba defectos, pero me preguntaba que si había tantas, sería por algo. Entonces empecé a leer a la gente que viaja, a Alicia Sornosa, a Miquel Silvestre, y decidí comprarme una y siendo como soy yo, tenía que ser la más grande. La busqué de segunda mano y la R 1200 GS apareció en Huelva y la fui a buscar. Eso pasaba en julio del año pasado y al mes siguiente, en agosto, la estrené yéndome sola a Francia, visitando Carcassone, los castillos del Loira, San Michel y vuelta.
9. Como conductora de autobús, seguro que alguna vez has escuchado eso de “mujer tenías que ser”. Cómo reaccionas?
Hace días, una señora se bajó de un taxi y me dijo que su conductor, dirigiéndose a mí, había exclamado eso de “fregando tendrías que estar”. No me preocupa. Yo he conseguido levantar mi GS del suelo y quitar la rueda.
10. Viajar sola o bien acompañada?
(Me mira sorprendida y acaba sonriendo). Dependiendo de las circunstancias. Cuando he viajado sola, no ha pasado nada, pero me gusta viajar acompañada y si la compañía es buena, mejor. (Tu próximo viaje?). Cabo Norte, que parece que esté allí cerquita por las veces que he pensado irme. Pero he ido a Marruecos y ahora me apetece hacerlo en moto, aunque antes debería realizar un cursillo de off road.
Con la CBR no veía nada, me ponía el casco, doblaba la espalda y a curvear sin ver más.
11. Eres feliz?
(Se sorprende y contesta a bocajarro). Muy feliz y estoy orgullosa y presumo de ello y doy gracias cada mañana por la vida que tengo. (Qué tanto por ciento de ‘culpa’ tiene la moto en esa felicidad?) Uf, mucho! Tal vez más del 50% y todo lo demás va unido, porque mi vida gira en torno a ella.
12. Sonia no es desconocida en las redes, sobre todo a raíz de su iniciativa de hacer tazas para costearse su América2 (tal fue la demanda, que tuvo que hacer un montón de ellas para satisfacer tantas peticiones), pero también lo es en su ciudad, especialmente entre los muchos salmantinos que suben a su autobús diariamente y la saludan o le preguntan por su aventura. Cómo se lleva eso de ser famosa?
(Abre los ojos por la incredulidad que le produce mi aseveración). Ahora vivo un momento dulce, pero luego puede venir lo amargo; déjame que siga así, con mi vida discreta y mía, aunque ahora, con la GS, paso menos desapercibida.
13. Y si alguien llama a tu corazón y te dice que hay que dejar la moto…
(Sonríe de nuevo y acelera). ¡Ni hablar! Somos un pack. Si no es motero, no me vale. (¿Y de paquete?) No me gustaría, ¡voy fatal!
Texto original de Newsletter BMWMotorrad