La Adventure ha ganado mucho con el nuevo motor boxer de 125 CV, más si cabe que la versión normal. En una moto con tanto volumen es de agradecer un aumento de potencia para manejarte con mayor agilidad. Pero el motor no es idéntico, ya que el cigüeñal de la Adventure pesa 900 gr. más (dulcifica la respuesta del propulsor a baja velocidad) y también añade un nuevo amortiguador de transmisión a la altura de la salida del cambio (minimiza los esfuerzos del cardan debido a la mayor inclinación de éste por las suspensiones más altas).
Otro de sus puntos fuertes es la posibilidad de adaptar el carácter del motor a nuestro tipo de conducción.Para ello dispone de dos modos de serie (Rain y Road) y otros tres opcionales (Dynamic, Enduro y Enduro Pro) por 338 €. Con cada uno de ellos varía automáticamente la intervención del control de tracción MSC, el ABS y la respuesta del gas, haciéndolos más o menos intrusivos/suaves. Junto con la suspensión electrónica Dynamic ESA (puedes seleccionar tarado Soft, Normal y Hard, 857 €) son los dos equipamientos que considero más interesantes para disfrutar de todo el potencial de esta moto.
Como decía al principio, el tamaño de la moto intimida pero, una vez subido, todo cambia. A pesar de sus 89 cm de distancia del asiento al suelo, la parte delantera que une con el depósito se ha estrechado para que puedas cerrar más las piernas, con lo que los que midan menos de 1.80 cm ya podrán llegar con los dos pies al suelo. 260 kg con todos los llenos (22 kg más que la GS estándar) son muchos, pero en marcha todo cambia, dándote la sensación de que llevas una moto más ligera. Por carretera funciona casi como una GT, mientras que por campo aún mejor.
Rodando por pistas lo gozé como un enano. De pie y con los contoles electrónicos quitados y la suspensión ESA en modo Enduro, la GS te transforma mientras ella se “mimetiza” con el entorno asemejando sus cualidades a las de una trail monocilíndrica. Quizá, además de todo lo mencionado anteriormente, la nueva geometría del telelever delantero unido a un centro de gravedad más bajo y a un iamplísimo radio de giro ayudan muy mucho a desenvolverte como un “elefante de carreras” sobre superficies deslizantes. Si además, montas neumáticos de tacos, eres el rey.
No pienses que la Adventure es un producto exclusivo para escarceos románticos camperos. El modelo 2014 mejora su rango de actuación a grandes viajes asfaltados gracias a ciertos detalles que te pueden hacer dudar entre esta moto y una R1200RT, por ejemplo. Al margen de la ingente tecnología de la que hace gala, se han cuidado otros detalles como el parabrisas más grande que la GS estándar con deflectores de plástico mates (para que no te deslumbren los reflejos) para desviar el aire y la misma regulación manual en altura mediante pomo que la GS estándar. Otro acierto es que las palancas de freno y cambio son regulables para adaptarse a todas las medidas de pie.
Por otro lado, hay tres asientos disponibles con los que la altura no será problema: estándar (89 cm), bajo (84 cm) y rallye (89 cm, de una pieza para conductor y pasajero). Además, BMW te facilita la personalización de esta maxi- trail gracias a tres packs de opciones (Confort, Touring o Dinámico) que abaratan el coste de lo que sería por separado (oscilan entre 496, 1.962 y 1.150 € respectivamente). Si quieres la Adventure tal y como sale de fábrica, la recibirás con ASC–ABS, doble modo de conducción, ordenador de a bordo y toma de corriente por 17.500 € en blanco, verde o azul